Hoy, Estación Fútbol, dialogó con Gabriel Pedrazzi, ex delantero, quien obtuvo los ascensos con Gimnasia y Quilmes. Además fue técnico de Cambaceres, Fénix, Villa San Carlos (entre otros) y ayudante de Kuzemka.
¿Estás trabajando en la actualidad?
- Sigo relacionado con el fútbol como siempre. Lo último fue con Kuzemka y Tempesta en el Aucas de Ecuador.
¿Que tarea específica?
- Estoy haciendo video- análisis, especializándome en eso, más allá, que fui técnico uno en varios lugares: Fénix, Villa San Carlos, Cambaceres, inferiores en Gimnasia, Argentino de Merlo, El Porvenir. También lo hice como segundo de Ricardo Kuzemka en otros lugares.
¿Por qué dejas de ser entrenador para pasar a analizar videos?
- Decidí ser como una especie de ayudante de campo porque sufro mucho los partidos. Si pudiese trabajar en la semana, en lo que es el rival y no ir a los partidos, sería espectacular, pero, lamentablemente, también tengo que ir a los partidos. Es más, me expulsan más a mí, que a Ricardo Kuzemka.
¿Sufrís el desarrollo del partido o las decisiones de terceras personas?
- No, ni terceras personas ni arbitrales. Sufro el partido. Me cuesta superar el partido en si, en el desarrollo y como en los equipos que había estado últimamente he peleado más los descensos, te lleva a situaciones límites. La última con Cambaceres fue descontar en 12 fechas catorce puntos y terminamos en un partido de desempate que lo ganamos en la cancha de Morón; con Villa San Carlos fue descontar veintitrés puntos; en Argentino de Merlo también y después se pierde una final con Central Córdoba de Rosario.
Con esto que me contás ¿Qué opinión tenés de la posible quita de los descensos?
-Lo único que se puede logar es que los equipos intenten jugar bien o pregonar otra idea futbolística, hasta por encima de los resultados. Aunque sabemos que si no ganas te echan. También mirar más a los chicos de inferiores y no acelerar procesos con ellos
¿Cómo fue la final de 1984 con Racing que derivó en el ascenso de Gimnasia?
- Fue duro. Tenía 19 años. En aquella final había jugadores de nombre como Brindisi. Fue algo maravilloso y más lograrlo con mi club, lo que uno sueña desde chico. Jugué en infantiles, inferiores y haber debutado con 16 para 17 en primera división y a los 19 encontrarte con un logro deportivo como ese, fue maravilloso.
¿Comprendes el período que está atravesando Gimnasia desde hace varios años? ¿Maradona llegó justo?
- Maradona es muy importante, pero si lo sabemos aprovechar. Tengo una frase de cabecera: cada día que trabajas en fútbol, es un día menos que vas a trabajar. Lo que digo es lo siguiente: si está Maradona me parece perfecto y tiene dos colaboradores (Sebastián Mendez y Adrián González) que dicen trabajan muy bien, pero Maradona me tiene que dejar un rédito, me refiero a todas las disciplinas de Gimnasia, quiero ser reconocido como un club en potencial crecimiento porque es el único club en la primera división del fútbol argentino que no ha crecido. Gimnasia sigue jugando en primera por la Pandemia.
A futuro estoy proyectándome, dentro de tres, cuatro años, cuando haya elecciones, de ingresar a un departamento de fútbol con cargo o sin cargo, con algunos ex jugadores y armar una estructura sólida. En la época de Griguol, yo estaba en inferiores, nos marcó un camino. Después está en vos en seguir ese mismo camino o agarrar contramano y chocar de frente a la Ferrari. Todos los de aquella época se formaron con el Gimnasia de Timoteo que peleaba los primeros puestos y el lema anterior a Griguol era "el Lobo no se va", en las últimas dos fechas. Llegó el momento de personas que quieren al club que se pongan a pensar en un Gimnasia de crecimiento. Acá, cada uno viene por los años de mandato y sino se da el resultado deportivo es todo un fracaso. Si vos hacés las cosas bien, el resultado se da por decantación.
¿Cómo era Luis Garisto como técnico? ¿Cuál fue tu relación con él?
- Cuando él llegó a Gimnasia, yo tenía cuatro, cinco años de estar en primera y con él jugué casi siempre. El tema es que lo fui a buscar al hotel, tenía 21 años, porque me hacía correr más a los laterales rivales que jugar de delantero. Por ejemplo, en Independiente tenía que correr más a Clausen que él a mí; En Ferro, tenía que correr a Garré. Igual, la enseñanza táctica en manejar pizarras, partir la cancha en una zona de salida, transición, gestación, definición, nunca se lo vi a otro técnico. Mirá que tuve varios y buenos técnicos, pero nunca vi un técnico que maneje tan bien la parte táctica y estratégica, afuera y adentro de la cancha, como Garisto. Más que nada la parte defensiva: él quería, primero, cerrar el cero en su arco. Con él estuvimos 14 partidos invictos y cuando nosotros hacíamos un gol podíamos jugar 78 horas seguidas que no nos hacían un gol.
El primer año que él dirigió Gimnasia, yo fui el goleador con ocho goles. Me acuerdo un partido que le ganamos 4 - 3 a Platense, veníamos contento por la victoria. Contento por hacer cuatro goles, si repasas los partidos de Garisto en Gimnasia, que nosotros hayamos metido cuatro goles imposible. Volvimos a Estancia Chica, a retarnos porque Platense nos había echo tres goles.
¿Cómo llegas a Quilmes?
- Estaba jugando en Europa: Brescia, Racing de Santander. Cuando vuelvo de España, viajo de casualidad con Eduardo "chavo" Anzarda (iba a tomar cargo en Platense) y me dice si quiero ir a Platense. Me reuní con el presidente, pero no nos pusimos de acuerdo en lo económico. Tuve ofrecimientos, mucho del Nacional "B" (entre ellos Talleres) y después me surgió la posibilidad de ir al Irapuato de México que estaba el turco Marchi. Ahí, el tema era que se tenían que desprender de un extranjero y ese era Ivo Basay (chileno). Cuando me fui a reunir con la gente de México, primero pasé por Quilmes y le había dado la palabra a sus dirigentes que si no arreglaba en México, arreglaba con ellos. Que me aguanten esas horas. No podía esperar a lo que pasara con Basay, me volví y arreglé en Quilmes.
¿Con qué club te encontraste? después lograron el ascenso.
- Me había enterado que venía de perder un ascenso con Lanús. Habían hecho un equipo de transición. Fue campeón de punta a punta, en 42 fechas, el campeón a la humildad. Teníamos un técnico que sabía vida y obra de los rivales- un poco larga sus charlas técnicas-, un equipo que sabía a lo que jugaba, lo que pretendía, un plantel unido. Los dirigentes fueron colaborando con sus cosas- el tema de los pagos- y que no nos hicieron faltar nada, con las lesiones los que entraron también rindieron. A medida que avanzaba, vos te dabas cuenta que este equipo era serio, iba para más, te alentaban los de afuera- en el banco o en el vestuario-. El equipo sabía lo que tenía que hacer en cada campo de juego.
¿Cómo fue la experiencia en el fútbol europeo?
- Si hago un análisis paralelo a los dos equipos, Brescia y Racing de Santander, este último era más importante que Brescia. El equipo italiano alternaba arriba y abajo; el Racing cuando me quedaba un año más de contrato y no renovaba (querían que me quede) me encuentro con la demolición del estadio que era de madera y cuando vuelvo a la pre-temporada me encuentro con el estadio Sardinero terminado, era maravilloso. Me acuerdo el primer partido amistoso, la copa Santander frente a Real Madrid de Butragueño, Hugo Sánchez, Michel, etc. ¿Qué pasa ahora con Racing de Santander? No se hacen cargo gente que tienen que hacerse cargo, fijate que de tercera división vuelven a segunda, después no pueden pagar deuda y bajan automáticamente a tercera división. Fue un equipo que alternó entre primera y segunda división. Los malos manejos lo llevaron a esta mala situación.
Escrito por Alejandro Viggiano
Producción: Matías Rodríguez.
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